martes, 16 de agosto de 2011

club de los corazones solitarios 2.

Todo iba de maravilla. Me decía lo que yo quería oír. Que era preciosa, perfecta. Que al besarme se le cortaba la respiración.
Me encontraba en la gloria.
Nos besábamos. Luego, nos besábamos mas. Y después, mucho mas. Pero al poco tiempo, ya no era suficiente. Al poco tiempo las manos empezaron a deambular, la ropa empezó a desprenderse. Era lo que yo siempre había deseado...pero parecía ir deprisa. Demasiado deprisa. Por mucho que le diera, siempre quería mas. Y yo me resistía. Todo cuanto hacíamos se convertía en una lucha constante para ver hasta donde cedería yo.
No entendía porque nos limitábamos a disfrutar del momento, a disfrutar de estar juntos, en vez de apresurarnos hasta el paso siguiente.
No había mucho de que hablar sobre los pasos siguientes en cuanto a nuestra relación.
Después de un par de semanas, empezó a decir que, para él, yo era la única, su amor verdadero. Seria tan increíble, aseguraba, si le permitiera amarme de la manera en la que él quería...
Justo lo que yo había imaginado durante tanto tiempo. Lo que siempre había deseado. Así que pensé: 'Si, lo haré  Porque sera con él. Y eso es lo que importa'.
Decidí confiar en él.
Decidí dar el paso.
- ¿Estas segura de lo que quieres?
- Lo único que se es que no quiero perderlo.
Ese era mi razonamiento. Lo haría por él. No tenia nada que ver conmigo ni con lo que yo quería.Todo era por él.