
Cuando te vi en aquel bosque encantado, un duende dijo que tu eras mi príncipe azul; como si fuera por arte de magia, llenaste mis días de luz. Lo que yo quería era ser tu dulce princesa. Pero hoy me di cuenta que mi cuento de hadas no son hechos reales, que cada cosa que imagine se desvaneció en el olvido, que gracias a tu desamor hoy es pura tristeza; hoy ya no quiero vivir en un mundo de fantasías, porque ya se que a tu castillo lo reina otro corazón.